Deja de hacerte la víctima, deja de hacerte el pobrecito diciendo que no te alcanza… las quejas y los reclamos no son el camino.
El primer paso para empezar a mejorar es asumir las riendas de tu vida. TÚ ESTÁS AL MANDO. Tú eres responsable de tus resultados.
Ganas lo que ganas porque tú eliges ganar eso. Aceptas ese resultado. Tú decides tolerar eso. No es “tu suerte”, no es el destino, SON TUS DECISIONES.
Recuerda, lo único que puede cambiar significativamente nuestra vida son nuestras decisiones.
Un libro no cambia tu vida… tú puedes decidir cambiar tu vida leyendo un libro.
La Biblia no cambia tu vida… tú puedes DECIDIR cambiar tu vida con La Biblia.
Los hábitos no te hacen pobre… tú te empobreces con esos hábitos. Tú has decidido tenerlos.
La televisión basura no te embrutece… tú decides embrutecerte con ese tipo de televisión.
¡No es que ese alimento te sanó… tú decidiste sanar con ese alimento!!
No es que ese entrenamiento de educación financiera te cambió la vida… tú decidiste cambiar a partir de ese entrenamiento.
Quiero hacerme entender: cada vez que dices “ese autor me cambió, ese libro me cambió, esa medicina me sanó”, te estás poniéndote posición pasiva, estás cediendo tu poder a elementos externos…
Nada, ni nadie te cambia… TÚ CAMBIAS, TÚ MEJORAS… no te abren los ojos, TÚ ABRES LOS OJOS…
Recuerda, tú estás al mando. ¡¡Son nuestras decisiones!! ¿Qué has decidido para este año? ¿Qué has decidido leer? ¿Qué has decidido emprender? ¿Cuánto has decidido ganar este año?
Son dos cosas, o decides tú, u otros van a decidir por ti. Otros van a decidir cuánto pueden pagarte, qué trabajos realizarás, incluso van a querer decidir tus horarios… y luego tú te pondrás en plan víctima diciendo: “es mi destino…” “así es la vida del pobre ¿qué se puede hacer?” “Dios sabe porque hace las cosas…” No, no confundas… no camufles tu falta de visión, ni te justifiques creyendo que Dios quiere que ganes poco. Dios te quiere humilde de corazón, no pobre de bolsillo. Dios te quiere libre, no sumiso. Así que decide: o haces negocios o contigo hacen negocio.
Saludos mis amigos,
Son dos cosas, o decides tú, u otros van a decidir por ti. Otros van a decidir cuánto pueden pagarte, qué trabajos realizarás, incluso van a querer decidir tus horarios… y luego tú te pondrás en plan víctima diciendo: “es mi destino…” “así es la vida del pobre ¿qué se puede hacer?” “Dios sabe porque hace las cosas…” No, no confundas… no camufles tu falta de visión, ni te justifiques creyendo que Dios quiere que ganes poco. Dios te quiere humilde de corazón, no pobre de bolsillo. Dios te quiere libre, no sumiso. Así que decide: o haces negocios o contigo hacen negocio.
Saludos mis amigos,
No hay comentarios.:
Publicar un comentario